Ya que en pocos días celebraremos el día del maestro, la entrada de hoy estará dedicada a esta significativa profesión.
Coincidirán conmigo que, a lo largo de nuestra vida académica uno se encuentra con todo tipo de maestros: los que son buena onda, los regañones, los exigentes pero excelentes, los sumamente barcos, los buenos a secas y los que de maestro sólo tienen el título, pero a pesar de que cada uno se comporte de manera distinta, considero que cada uno de ellos nos ha dejado alguna enseñanza, ya sea buena o mala.
En fin, en esta entrada no me pondré a discutir sobre los tipos de maestros, mas bien, utilizaré este espacio para reconocer a cada maestro/a que ha sido parte de mi formación académica. Agradezco a todos aquellos que me han dejado valiosas enseñanzas tanto en el aspecto académico como el personal, desde la maestra que me enseñó a leer, hasta la que me ayudó a encontrar el camino con mi tesis; desde el profesor que secundó alguna de mis locuras hasta el que me hizo entrar en razón en alguna etapa de mi vida.
Y aunque estoy segura de que ninguno de ellos leerá esta entrada, aun así les expreso mi profundo agradecimiento. ☺
Para finalizar esta breve entrada, les comparto este escrito que a mi parecer demuestra la diferencia de entre los maestros normales y los maestros que dejan huella.
Los maestros fascinantes
1. Los buenos maestros tienen buena cultura académica y son elocuentes, mientras que los maestros fascinantes tratan de entender el funcionamiento de las mentes de sus alumnos para poder educarlos mejor.
2. Los buenos maestros tienen una metodología y son didácticos, mientras que los maestros fascinantes tienen la sensibilidad para hablar a los corazones de sus alumnos.
3. Los buenos maestros educan la inteligencia lógica, mientras que los maestros fascinantes educan la emoción, enseñan a sus alumnos a explorar su propio ser.
4. Los buenos maestros usan la memoria como depósito de información, mientras que los maestros fascinantes la usan para estimular la creatividad.
5. Los buenos maestros son temporales, mientras que los maestros fascinantes son inolvidables.
6. Los buenos maestros corrigen el comportamiento, mientras que los maestros fascinantes resuelven los conflictos en el salón de clases con inteligencia.
7. Los buenos maestros educan para una profesión, mientras que los maestros fascinantes educan para la vida.
Augusto Cury
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