La entrada de hoy está dedicada a lo que yo consideré la primera gran tarea que me encomendaron ésta semana en mi Servicio Social (SS).
Pues bien, como ya había comentado entradas antes, realizo mi SS en el Instituto Nacional de la Mujeres en la parte de Modelo de Equidad de Género (MEG) y con motivo del Día Internacional de la Mujer se organizó un evento que reunió a gobierno y empresas para discutir los avances del MEG, éste evento se llevó a cabo en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Ustedes podrán decir ¡Que bien! Pero ¿y? pues la parte interesante del asunto es que la mayoría de las personas que trabajan en el área del MEG requerían asistir al evento por lo que estarían ausentes los últimos 3 días de la semana y necesitaban que alguien, como se dice coloquialmente “atendiera el changarro” ahí es donde entro yo, mi jefa (Subdirectora del MEG) me pidió que me quedara al frente del área mientras los demás estaban ausentes, en palabras de ella “todo iba a ser muy sencillo” sólo tenía que ver que la otra chica que presta su Servicio Social “hiciera bien” el trabajo que le dejaron y contestar algunas llamadas. Cuando escuche lo que tenía que hacer pensé: “sólo tendré subordinados que cuidar (jaja ahora que lo reflexiono “subordinados” suena muy malévolo) y contestaré el teléfono, ¡Que sencillo!” pero no, créanme, al final no fue tan fácil como se escuchaba.
En fin, todo parecía marchar bien, cada quien hacia el trabajo encomendado y no había muchas llamadas que atender hasta que llegó el fatídico (ya saben que me gusta exagerar un poco) 8 de marzo día de la Mujer, ese día como la otra chica que hace su SS con nosotros no asistió me dispuse a ver el trabajo que estaba haciendo (sólo tenía que pasar información de una base de datos a otra base, nada del otro mundo), juro que cuando lo ví casi me da el infarto, la base que le entregaron en perfecto orden estaba hecha un caos, le faltaban datos, los que tenia estaban desordenados, había cambiado nombres, cifras, el orden ¡un horro! ¿Cómo pudo haber pasado eso en 2 días? Aún no lo sé.
No obstante, cuando me disponía a tratar de arreglar el pequeño desperfecto, el teléfono no dejó de sonar, miles de empresas (bueno no miles, pero si bastantes) llamaban para saber cómo integrarse al Modelo de Equidad de Género, justo en el día de la Mujer; era como cuando todo mundo quiere ir al cine el 14 de febrero o quiere salir a comer con su madre el 10 de mayo ¡estrés!.
Ya para no hacerla más larga (aún más) después de atender gran cantidad de llamadas, tomar bastantes recados y solucionar el problema del “magnifico” trabajo de la otra chica terminó mi semana en el Instituto. Ahora sólo me queda que evalúen mi trabajo. ☺
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