domingo, 18 de marzo de 2012

Los números y yo: un binomio imperfecto

Siempre he sostenido que las matemáticas y todo lo relacionado con los números no es lo mío, de ahí que eligiera la carrera de Relaciones Internacionales para según yo, olvidarme de una vez por todas de tan odiada materia; sin embargo, al entrar a la Facultad me di cuenta de que no era así; lejos de que los números desparecieran cada semestre se hacían más presentes.
En fin, teniendo claro que no me libraría de ellos, tuve que hacerles frente semestre a semestre, así llegue “victoriosa” hasta sexto semestre, en ese periodo el rival a vencer fue Economía de México y vaya que fue un rival difícil, si bien, la primera clase no entendí absolutamente nada, clase con clase me propuse tratar de comprender al menos la mitad de todo lo que veíamos; sinceramente, me costó trabajo pero pude superarlo y pase la materia.
Estando consciente de que lo mío no son los números y después de haber pasado un gran sufrimiento en Economía de México (recuerden que me gusta dramatizar ☺) decidí que la rama que elegiría semestres adelante seria la económica (WTF! sé que lo pensaron y no fueron los únicos) porque me pareció que tenia las materias que sonaban más interesantes, así inicié una nueva aventura en el camino de los números, esta vez con Negocios Internacionales y aunque suene extraño, ha sido la mejor materia de la rama económica que he cursado, lejos de ver puras cuestiones con números, la clase fue practica y dinámica.
Con la buena experiencia que me dejó Negocios Internacionales, decidí continuar por el camino de los números y la economía y éste semestre inscribí la materia de Comercio Exterior y Finanzas Internacionales; la primera digamos que no presenta mucha complicación, empezando por que la maestra no exige mucho, en cambio, la segunda se ha convertido en la materia más complicada, lo mismo que me pasó con Economía de México, ahora se repite con Finanzas Internacionales: no entiendo nada.
Como dijo sabiamente Ana Gabriel en una de sus canciones: “Pero si yo ya sabía, que todo esto pasaría, ¿cómo diablos fui a caer?” pues ingenuamente pensé que tal vez con el paso de las clases esto se iba a convertir en algo mucho menos complicado para mi, aunque hasta el momento no está resultando tan claro como pensé, espero que con las clases que faltan poco a poco mis lagunas vayan desapareciendo o al menos vayan siendo más estrechas, pero, si ninguna de estas cosas funciona siempre podré recurrir “finanzas para principiantes”.


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