Sí, algún día podré terminar todos mis deberes y entregar todas mis tareas en tiempo y forma. Y es que, como es costumbre (una muy mala por cierto) cada viernes tengo el firme propósito de hacer toda mi tarea el sábado para así tener el magnífico día domingo libre para hacer lo que se me venga en gana, pero lamentablemente la mayoría de las veces, se queda en eso, un propósito.
Por alguna extraña razón (en realidad, no es extraña, siempre he preferido hacer cualquier cosa antes que la tarea) siempre encuentro cosas “más importantes” (bueno unas más que otras) que realizar mis deberes.
Por ejemplo, este fin de semana juré que nada ni nadie se interpondría entre mi tareas y yo, pero recordé que el sábado sería el Baby Shower de una de mis mejores amigas, y obviamente no podía darme el lujo de faltar, la he acompañado en todo ese proceso y he sido testigo de todo lo que ha pasado (bueno no en todo, al momento de la procreación no, eso sería muy enfermo ☺) en fin, decidí pasar todo mi día en su singular festejo, cuando llegué a mi casa pensé en hacer algo de tarea, pero consideré que estaría mejor que descansara para que hoy domingo, estuviera fresquecita y dispuesta a hacer mis deberes.
Sin embargo, cuando me disponía a comenzar con mis tareas pendientes, recibí la noticia que era día de comida familiar y pues ni modo de no ir, dicen por ahí que “la familia es primero” y una invitación a comer nunca debe rechazarse.
Así es como de nuevo encontré un motivo para seguir posponiendo todo el trabajo que tengo, razón por la cual hasta ahora escribo en este espacio y por supuesto ya pasó otro fin de semana y no hice tarea.
Espero correr con más suerte o mejor dicho con mayor dedicación el próximo fin de semana.
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