El festejo tardío

El día de ayer por la noche celebré mi cumpleaños (tardíamente por cierto) en compañía de algunos amigos en un canta bar.

Aunque tuve algunas buenas recomendaciones acerca del lugar, el servicio que proporcionaba no fue de la mejor calidad ya que para lograr que nos atendieran una vez en nuestra mesa, teníamos que estar recordándole al mesero continuamente lo que queríamos que nos trajera, hecho sumamente molesto porque para que trajeran una jarra de jugo adicional se tardaron como una hora en traerlo, además de que a la mitad de la noche nos pidieron que liquidáramos la cuenta, en lugar de hacerlo hasta el final como sucede generalmente en otros lugares.

La experiencia no diría que fue satisfactoria completamente pero si muy rescatable, gracias a la compañía de los amigos invitados, la música que en su mayoría era de un sólo tipo pero que igual alegraba el momento y el entretenido instante en el que los asistentes nos deleitaban con sus mejores canciones en el karaoke.

A pesar de los inconvenientes solo me quedo con los buenos momentos de la noche. Prometo elegir mejor la próxima vez. :D