Como se pueden dar cuenta, la entrada de hoy hará alusión al Clásico del fútbol mexicano Chivas- América. De entrada les aclararé que todo lo escrito será meramente subjetivo y con gran favoritismo hacia las Chivas (equipo de mis amores desde que era un bebé).
Comencemos estableciendo ¿por qué es tan importante un juego de fútbol entre estos equipos, importante al menos para los seguidores de ambos equipos? Pues bien, este partido es de gran valor, porque representa la rivalidad más importante del fútbol mexicano, en él se enfrentan los dos equipos más populares del país.
Por un lado está el América, equipo del propietario de Televisa Emilio Azcárraga Jean (creo que eso ya dice bastante del equipo) el cual, se caracteriza por hacer costosos fichajes de jugadores extranjeros para engrosar su plantilla, además poseen las maravillosa virtud de la egolatría; lo único importante son ellos mismos (tienen la mejor cantera, el mejor técnico, la mejor afición, etc.) sin embargo, a la hora de los resultados, ni todo el dinero que poseen les ayuda.
Por el otro lado, y ya hablando de cosas importantes, está el Club Deportivo Guadalajara o simplemente Chivas como es mejor conocido, este club es el más popular, no sólo del país sino del continente con tan solo 25, 200,000 millones de aficionados. La característica principal es que está compuesto por una plantilla de jugadores 100% mexicanos, por lo cual es identificado como el equipo del pueblo, además, resalta su enorme tradición de 105 años siendo el principal equipo de fútbol mexicano. Un juego contra Chivas es garantía de espectáculo y de grandes ganancias (no por nada su dueño lo ha registrado como marca, sacando al año miles de artículos alusivos al equipo) ya que sea cual fuere el estadio en donde juegue, la venta de boletos está asegurada.
De esta forma, cada clásico se juega más que puntos para el torneo, entran en juego los comentarios generados ante la proximidad del partido, el orgullo de pertenecer a determinado equipo, el deseo de ver acabado al rival (deportivamente claro está), la pasión por el fútbol mismo y aún más la tensión por las apuestas. Creo que el aspecto de las apuestas cobran mayor sentido ya que este partido se hizo para apostar todo: cabellera, dinero, objetos de valor, comidas, citas, etc. lo que puedas imaginar. Para un clásico Chivas-América todo está permitido.
Finalmente, todas estas cuestiones nutren el ambiente futbolístico, pero sin duda lo mejor para cada aficionado o al menos para mí, es el resultado. El resultado te permite en ese mismo instante y aún tiempo después demostrarle a tu rival que tu equipo fue superior al de él; puede que tu equipo no esté teniendo un torneo bueno, pero el sólo hecho de ganar un clásico remedia todos los males.
No me queda más que decir, que: ¡GANARON LAS CHIVAS!, otra vez como es costumbre. ¡A cobrar apuestas señores!
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